domingo, 28 de marzo de 2010

Aston Martin espera que el Cygnet dispare su producción anual hasta los 6.000 coches

Si hubiésemos de elegir algún adjetivo para describir el cúmulo de sensaciones que el Aston Martin Cygnet está levantando entre la prensa especializada y aficionados al motor, sería "contradictorio".
Las razones que explican este sentimiento de amor u odio sin puntos intermedios son varias, pero resumamos la situación en que, por vez primera -y posiblemente sentando un precedente que puede cambiar en cierto modo el legado histórico de las marcas más ostentosas-, una marca de lujo se va  a lanzar a la producción de una suerte de pequeño utilitario que rompería con la tradición de vehículos grandes de la marca, perdiendo con ello parte de esa exclusividad pero esperando ganar, por contra, un mayor mercado en sectores poblacionales ligeramente menos exclusivos. 


Sin embargo, lo más relevante es que este luxury minicar -como lo tildan las páginas especializadas- no dejaría de ser más que un Toyota iQ disfrazado de Aston Martin y con un precio acorde a la marca más que al producto final ofrecido (superaría los 20.000 euros de precio base, según las informaciones disponibles hasta el momento).
Pese a todo, y polémica de por medio, la icónica marca inglesa parece realmente decidida a llevar a producción a este modelo. Es más, confían en que su producción supondría una ansiada revitalización de sus ventas totales en nada más y nada menos que un 30% en comparación a sus cifras en 2009.
Así, si el año pasado las cifras totales anuales de vehículos manufacturados por Aston Martin no superaron las 5.800 de 2008 (quedándose en poco más de 4.000), con la entrada al mercado de este Cygnet esperarían alcanzar con relativa seguridad cifras en torno a 6.000 manufacturas anuales, según las afirmaciones de Ulrich Bez, director ejecutivo de la marca, a la revista de motor alemana Automobilwoche.


Si bien se barajó la posibilidad de que un coche de estas características podría tornarse relativamente asequible para sectores de población más modestos económicamente -otra fuente de disputa al temer los más acérrimos de la marca que exisitese un Aston Martin al alcance del ciudadano medio-, los directivos de la marca se apresuraron a asegurar que este nuevo modelo no supondrá merma alguna para el prestigio exclusivista de la marca, ya que se trataría de un vehículo sólo accesible -en principio-para aquellos que ya posean un coche de la marca con anterioridad.


No cabe duda de que desde Aston Martin están dispuestos a apostar por la nueva moda del "downsizing" o reducción de tamaño en sus vehículos sin rechazar a su inherente prestigio. De mantenerse este compromiso, la justificación para la existencia de este glamouroso pequeño sería la de ofrecer a todos los dueños de un Aston Martin un modelo de la misma marca más pequeño, ecológico y manejable para el día a día. 
Su llegada, a falta de confirmación oficial, está prevista para finales de 2010.









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