Si bien ayer ya casi estaba decidido que se daría a conocer este pacto, ha habido que esperar hasta hoy para anunciar con total seguridad que, durante los próximos años, estos dos grandes grupos automovilísticos unirán fuerzas mediante el intercambio de participaciones en bolsa (de forma que ninguna parte ponga en peligro las propiedades de la otra), ciertas tecnologías, así como otras soluciones tecnológicas y alguna que otra plataforma que pasarán a ser de común uso en una estrategia que pretende potenciar la competitividad de ambos conglomerados en un plazo intermedio de tiempo.
La noticia, ha sido anunciada oficialmente esta misma mañana de boca del presidente de Daimler AG y de Mercedes-Benz, Dieter Zetsche y de su homónimo por parte de la ya veterana alianza Renault-Nissan (se remonta ya a 1999), Carlos Goshn, en una rueda de prensa que ha concentrado a periodistas especializados de todo el mundo. De esta forma, la alianza franco-japonesa se hace con el 3% de las acciones totales de Daimler, mientras que entregarán el control de otro 3% de sus participaciones a la segunda parte interesada.
Este acuerdo estratégico responde a infinidad de factores entre los que destacan la búsqueda de una mayor productividad y benefícios, aunque una causa importante, a tenor de lo comentado en otros blogs, parece haber sido también la búsqueda de una cooperación focalizada en un desarrollo conjunto de las próximas generaciones de sus modelos pequeños más emblemáticos partiendo de la misma base estructural: el Twingo de Renault y el Smart (previsiblemente el ForFour) del grupo alemán. Otro motivo de peso para llegar al acuerdo parecen ser los futuros planes de desarrollo tecnológico conjunto para crear nuevos motores, baterías y vehículos en el terreno de los eléctricos.
Esta unión que, en principio, no parece haber supuesto ningún desembolso extra por parte de ambos grupos, también cristalizará con el uso de los motores de un fabricante en ciertos vehículos del otro. Así, según hemos extraído de los análisis del comunicado oficial, el próximo Clase A de Mercedes montará los motores diésel y gasolina de Renault-Nissan mientras que Infiniti, la división de lujo de Nissan, se verá beneficiada al poder usar los propulsores de Mercedes-Benz en sus modelos con la consiguiente mejoría en su oferta de motorizaciones. Por lo visto, esta colaboración no se quedará aquí y también se verá funcionando en el ámbito de sus vehículos comerciales ligeros.
Sin duda, se trata de un curioso matrimonio que ha dado que hablar y que parece obedecer a la tónica de alianzas que se ha impuesto en estos tiempos como forma de remar contra los últimos coletazos de la crisis y, de paso, beneficiarse de las tecnologías rivales. Además, se antoja posible que, si funciona esta alianza, se establezcan lazos más hondos entre ambas companías en un futuro. Estaremos atentos a ver cómo evoluciona todo.
Fuente: The Motor Report, El Mundo
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